En nuestros cromosomas está la información genética transmitida por nuestros padres. Pero hay más que la biológica. Somos parte de una estructura sistémica, vivimos en interacción con todos los demás, con los presentes como con los antepasados con los que estamos ligados a través de tres grandes principios (Bert Hellinger): el orden jerárquico, el equilibrio entre el dar y el recibir y el derecho de pertenencia de todos.
Cuando en una generación existe una transgresión de uno o más de estos principios, un descendiente será designado para compensar lo que el ancestro no hizo, no pudo ver, y así, se va traspasando de generación en generación hasta ser visto y ordenado.
Publicado en Constelaciones familiares