
Todos hemos deseado en algún momento de nuestra vida tener una relación de pareja:
- que nos ame como nadie lo hizo jamás
- que me cuide, me proteja, me comprenda
- que me haga sentir especial
¿Te ha pasado?, ¿no te parecen extraños esos deseos? Quizás una parte de ti diga que es lo que sientes, pero muy en el fondo sabes que no es sano centrar toda la atención en lo que quieres que el otro haga…….¿Te has dado cuenta de que no indica lo que tú estás dispuesto a hacer o a dar en ninguna de las frases?
Quiero que seas consciente desde dónde buscamos nuestras relaciones de pareja: desde la necesidad “infantil”. Es por ello que establecemos relaciones llenas de drama y sufrimiento.
Una relación sana, madura, se establece en base al crecimiento mutuo entre personas preparadas para entregarse al otro buscando en el otro inconscientemente una oportunidad de crecimiento personal y, conscientemente, alguien con quien compartir su completitud, su satisfacción personal y su realización.
Lo primero es buscar esa pareja que perdiste en algún momento de tu vida, te enamorarás de la persona más importante: de ti mismo/a ,sin ser narcisista. Descubrir todo tu potencial para sanar tus heridas y poder conectarte sanamente con un/a otro/a.